Desde hace unos meses, en los comedores sociales de Casa de la Mujer y Villa Arauco (ambos en La Pintana), las colaboradoras que preparan y sirven los almuerzos reciben una remuneración justa por su trabajo. Este proceso representa una gran oportunidad, tanto en lo laboral para las que reciben un salario, como en el proceso de autogestión.
Los invitamos a hacer posible que más colaboradoras como Eugenia, Andrea, Rossana, Purísima, María, Isabel y Natalia en Villa Arauco; y Escarlet, Fernanda, Isabel, Edith, Eleticia y Termutis en Casa de la Mujer puedan recibir una retribución justa por su trabajo, y para que muchos más hogares sigan recibiendo platos nutritivos, de calidad y cocinados con amor.
